From lost to the river

Tanto desconecté durante mi viaje a Estocolmo (y alrededores) que aun no he podido volver a conectarme a la vida del estudiante. Si además de la poca fuerza voluntad que tengo y las mínimas ganas de ponerme a estudiar añadimos la mala influencia algún personajillo... pues pasa que me puedo tirar todo el día dando vueltas por el centro y no adelantar nada de la tesis. Eso sí, me alegro muchísimo de tener aquí ya a Ekisku.

El lunes empiezo a trabajar con el proyecto. Creo. Porque mi jefecilla aun no sabe si tengo oficina. Miento. No tengo oficina, lo que no sabe es si me va a mandar a hacer el proyecto a la biblioteca o a mi casa. Ahora tengo reunión con ella y con su superJefe, a ver cómo les insinuo que no quiero ir a la universidad, que yo trabajo desde casa. Coñe, que la biblioteca me pilla a tomar por lejos, y paso de comerme dos cuestas todos los días con la bici.

Pero me da igual, porque mis padres ya están hechos a la idea de que me voy a quedar aquí mucho tiempo. De hecho cuando les dije que como mínimo estoy aquí hasta finales de junio, en vez de echarse las manos a la cabeza, me dijeron que ya me mandarían un paquete con mi ropa de verano. Porque sí, hará calor. De hecho ya estamos a 8 graditos, la nieve se está derritiendo rápidamente y el sol entra por mi ventana a partir de las 7 de la mañana (nota mental: mandar un email a la Presidenta de Finlandia, aconsejando que instale persianas en todas las casas).

Y eso, que hay mucho que contar pero no quiero saturaros con tanta información. ;)